En defensa de la vida en el trabajo
La Doctrina Social de la Iglesia nos enseña que “el hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económico-social” (CDSI 375), esto entra en contradicción con la mercantilización que el actual sistema económico-social hace de la persona. Consecuencia de ello es la denuncia que el papa Francisco hace de este sistema: “esta economía mata” (Cfr. Evangelii gaudium).
En Málaga, según datos oficiales, entre enero de 2020 hasta enero de 2021 hay constancia de que han ocurrido 1180 accidentes laborales con diferentes consecuencias para las personas trabajadoras que los sufrieron. En el año 2020, a pesar de estar confinados varios meses, han fallecido 17 trabajadores en accidentes laborales.
Todo esto ni es normal ni una fatalidad inevitable. No es normal que las personas trabajadoras vean expuesta su salud y su vida en el trabajo. Hay causas bien concretas y evitables: la creciente precarización del empleo, las indecentes condiciones de trabajo, el verse obligadas a trabajar como sea para poder trabajar, el incumplimiento de la normativa legal, la debilidad de la Inspección de Trabajo, la escasa cultura de prevención, el escándalo de eludir la responsabilidad empresarial de invertir en esta materia, las reformas laborales que destrozan los derechos laborales… En suma, la pérdida del respeto a la dignidad de la persona en el trabajo.
Algo muy grave: todo esto ocurre en medio de una gran indiferencia social, en medio de un clamoroso silencio. ¿Hemos normalizado sin más esta tragedia cotidiana y crónica del mundo obrero y del trabajo hoy? Necesitamos reaccionar.
El 28 de abril es el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Todos estamos llamados y llamadas a implicarnos en la defensa de la vida en el trabajo. ¡Todos los días son 28 de abril!
“El Trabajo es para la Vida” ¡Ni una muerte más!
Coordinador del Sector de Flexibilidad y Precariedad
del Empleo y Condiciones de Trabajo de la HOAC de Málaga