Los trabajadores cristianos de Europa rechazan una ampliación del trabajo dominical
Con motivo de la conmemoración este 3 de marzo del Día Internacional del Domingo Libre de Trabajo, los trabajadores cristianos de Europa han querido recordar la importancia de los espacios compartidos de experiencia para las familias, los amigos, las asociaciones y las iniciativas que el domingo libre de trabajo permite desarrollar, por lo que han mostrado su rechazo a una ampliación del trabajo dominical.
Lo han hecho a través de un mensaje elaborado por los trabajadores cristianos (la KAB) de Austria, uno de los movimientos que integran el Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa (MTCE). En él señalan que el domingo sin trabajo, que tiene sus raíces en el judaísmo, es probablemente la ley social más antigua de la humanidad y pone de manifiesto que la finalización del trabajo consiste en el descanso. En consecuencia, el derecho al descanso se concedía históricamente a todas las personas.
En Europa, el domingo sin trabajo es uno de los bienes culturales más antiguos, por lo que, según los trabajadores cristianos, debería estar bajo una protección especial, “como un derecho legítimo, como una red de seguridad para las personas y la naturaleza, contra la auto explotación y la explotación por parte de otros”. En el mundo laboral actual, representa una frontera entre el tiempo determinado por otros y el tiempo determinado por uno mismo. Según la concepción judeo-cristiana del hombre, todo ser humano es más que lo que logra. Por eso, indican que tomar regularmente tiempo para reflexionar sobre “la vida buena para todos”, en un mundo que fue creado como bueno, puede y debe reforzar esta conciencia de la dignidad humana sin condiciones. El sábado o domingo, aseguran, es el marco seguro para ello.
Contra el agotamiento
Desde el MTCE indican además que el aumento de las exigencias en el mundo laboral está pasando factura, puesto que los medios digitales posibilitan que se pueda estar disponible en cualquier momento y esto provoca que los límites entre el tiempo libre y el tiempo de trabajo estén desapareciendo visiblemente. Consecuencia de ello es que las enfermedades mentales y los síntomas de agotamiento van en aumento entre los trabajadores. “Un ritmo seguro, un día libre por el que no tenga que luchar, un tiempo de ocio garantizado, es bueno para todos”, recuerdan en el mensaje.
Ante una vida cada vez más rápida y ruidosa, el tiempo libre es imprescindible, y no para poder volver a soportar la rutina semanal con más facilidad, sino para poder crear algo diferente asumiendo las cosas con perspectiva. Los Movimientos de Trabajadores Católicos recuerdan cómo reclamaban en una campaña que “¡Aquí trabaja una persona!”, insistiendo en que las personas no funcionan como máquinas.
Un día en comunidad
En este comunicado, los trabajadores del MTCE ponen de manifiesto que, al igual que las jóvenes comunidades cristianas se reunían en el “primer día de la semana” para compartir el pan y fortalecerse mutuamente en la fe y la vida, el domingo sigue siendo hoy un día indispensable para la práctica de la fe. Sin embargo, recuerdan que, más allá de eso, tiene un significado comunitario para todos.
Ante la creciente individualización de los procesos de trabajo actuales que está impulsando la división de la sociedad, se necesitan momentos comunes para celebrar, jugar, comer, etc. Señalan a los niños como los que más necesitan estos rituales compartidos y aseguran que “sin espacios compartidos de experiencia para las familias, los círculos de amigos, las asociaciones y las iniciativas, la sociedad sigue desintegrándose”. Es decir, que el domingo libre permite experimentar el valor añadido humano de la unión.
Finalmente, el MTCE insiste en que la democracia se nutre de experiencias positivas de unión y de la oportunidad de participar activamente en ella, de manera que el domingo libre para el mayor número posible de personas es una condición necesaria. Y recuerda que las personas que trabajan el domingo para que otros puedan tener el domingo libre, “merecen una compensación económica, una compensación en tiempo de descanso, y un reconocimiento por ello”. El rechazo “con vehemencia” de una ampliación del trabajo dominical es, por tanto, fundamental para el Movimiento de Trabajadores Cristianos de Europa.
Periodista